Quién fue José Luis Castillo-Puche
Antes de ser un premio, José Luis Castillo-Puche fue un señor. En concreto un escritor y periodista con una larga y reconocida carrera literaria. ¿Que no lo conoces? Pues te lo presento, que la cultura general nunca viene mal:
Jose Luis Castillo-Puche nació en Yecla, Murcia, en 1919. Estuvo a punto de ser cura, pero afortunadamente lo dejó para estudiar Periodismo en Madrid. Digo «afortunadamente» porque la sociedad ganó un gran periodista y escritor, aunque igual perdió un santo, nunca se sabe.
Comenzó a publicar sus primeras novelas cortas en periódicos locales mientras estudiaba la carrera, lo que ya de por sí me parece un triunfo, porque cuando yo estudiaba Periodismo los estudiantes solo compaginaban sus estudios con borracheras y partidas de mus. Poco después empezó a trabajar como reportero (y no como becario, eran otros tiempos) para periódicos y revistas, recibiendo con alguno de sus primeros trabajos el Premio Nacional de Periodismo. Un portento.
En las décadas de los 50 y 60, su trabajo y sus inquietudes le llevaron a viajar por Europa, África y América para luego contarlo en distintas publicaciones, convirtiendo la literatura de viajes en uno de sus géneros más reseñables. Ahí donde algunos solo llegamos a blogueros de viajes, este señor escribía libros como Misión Estambul, América de cabo a rabo o El Congo estrena libertad.
Castillo-Puche escribió nada menos que veinticinco libros, según la fuente inefable de la wikipedia, y recibió un montón de premios y distinciones, como el Premio de Bellas Artes de Cultura Hispánica, el Premio Nacional de Novela y Narrativa, el Premio Nacional de Literatura Miguel de Cervantes (el antecedente del actual Cervantes), o el Premio Nacional de Literatura de Bellas Artes. Hasta que un día se convirtió él mismo en premio.
¿Cómo nació el Premio José Luis Castillo-Puche?
Pues todo pasó en un Instituto. En concreto el Instituto de Formación Profesional de Yecla que en los años 90 pasó a ser Instituto de Educación Secundaria y recibió el nombre de José Luis Castillo-Puche, como reconocimiento a la figura del escritor en su ciudad natal.
Fue el Departamento de Lengua y Literatura de este instituto, con el respaldo del Consejo Escolar y el AMPA, quien decidió promover en 1994 el Certamen de Novela Corta «José Luis Castillo-Puche». Un aplauso para ellos.
El premio cuenta desde entonces con el patrocinio de la Fundación que lleva el nombre del autor, cuya misión es la de estimular “la creación literaria, promocionando y editando obras de otros autores y el fomento de la creación cultural y artística en general”. Y como además una gran obra necesita de grandes padrinos, la fundación y el premio cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Yecla, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y la Fundación Caja Murcia.
El certamen ha finalizado ya su XXIX edición (29ª, para los que estén haciendo cálculos con las cruces), lo que implica que a finales de este año 2022 se abrirá la convocatoria para otorgar el premio número 30. No hay muchos certámenes con esta trayectoria.
Castillo-Puche y yo
¿Que si yo conocía a Castillo-Puche? Pues te voy a ser sincero: no mucho. El escritor me sonaba más como profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, donde impartió clases hasta poco antes de que yo empezara a estudiar allí. Faltó muy poco para que pudiera haber sido su alumno.
También conocía la existencia del premio que lleva su nombre, porque no son muchos los certámenes dedicados a la novela corta, aunque hasta ahora no había tenido la oportunidad de leer a alguno de sus ganadores.
Eso sí, desde que recibí el premio he intentado hacer los deberes y leer a Castillo-Puche, aunque, todo hay que decirlo, sus libros son un poco difíciles de conseguir y hay que recurrir al mercado online de segunda mano. Empecé con Como ovejas al matadero y sigo con Con la muerte al hombro. Pero de ellos ya hablaré en otro momento, que si no, esto se me hace muy largo.