Paz, amor y death metal, o el después de lo trágico
La noche del viernes 13 de noviembre de 2015, yo estaba cenando en un restaurante de Malasaña ¿Y tú? Yo lo recuerdo con claridad porque durante aquella cena supimos que en París se estaban sucediendo varios ataques terroristas en distintos puntos de la ciudad. Esa misma noche y los días siguientes fui conociendo los detalles de los atentados, como todos, a través de informaciones periodísticas más o menos acertadas, e incluso breves testimonios de testigos directos. Sin embargo, y a pesar de lo reciente de los hechos, ninguno de aquellos relatos me impresionó tanto como el libro Paz, amor y death metal que acabo de devorar en apenas unos días.

Descubrí el libro de Ramón González en la última ceremonia de los Goya, cuando la película Un año, una noche, de Isaki Lacuesta, recibió el premio al Mejor Guion Adaptado por la traducción al cine de esta obra, que narra los sucesos ocurridos el 13N en la Sala Bataclan y lo utiliza como punto de partida para crear un auténtico tratado de psicología sobre el estrés post-traumático.
Bajo este título, un tanto equívoco, no se esconde una novela ni un reportaje periodístico, sino un relato en primera persona de vivencias y emociones. Contado siempre desde la visión parcial, pero muy real, del protagonista, conocemos cómo vivió aquella experiencia minuto a minuto, qué le pasaba por la cabeza y cómo reaccionó él mismo y la gente que le rodeaba.
Lo primero que viene a mi memoria es una luz sobrecogedora. Un resplandor repentino me sacude la mente y veo la sala devorada por su aura. Ya no estamos a oscuras. Ya no toca la banda. A mi alrededor, en el foso, hay cientos de personas, como yo, tiradas en el suelo. Mantienen la cabeza escondida entre los brazos y tiemblan. Muchos aún no son conscientes de lo que ocurre. Algunos morirán sin saberlo.
El relato del atentado es impactante. Sin embargo, lo que resulta más interesante del libro es todo lo que viene después. Tal vez porque el autor se extiende en esa parte de los sucesos trágicos sobre la que no se suele hablar tanto, porque ocurre en la intimidad y la cabeza de los afectados.
En este caso, Paz, amor y death metal nos permite descubrir de primera mano qué les ocurre a las víctimas tras un trauma como este, cómo afecta al día a día: los cambios de humor, la euforia, el miedo, las pesadillas, la «hipervigilancia», el replanteamiento de la propia vida y el futuro, pero también cómo se desarrolla el tratamiento psicológico y la relación con otras víctimas o con los allegados que no pueden entender cómo se siente.
De lo que yo prefería hablarle era de lo que el Bataclán había desencadenado: el miedo a la muerte, la fobia social, el sentimiento de absurdo que me provocaba la cotidianidad.
La narración es concisa y directa, y a pesar de ahondar en las emociones, no se regodea en tristezas ni utiliza florituras innecesarias, por lo que la lectura se hace bastante rápida y amena.
Desperté un poco antes de las diez de la mañana. Era sábado y estaba vivo.
Igual a más de uno la lectura le sirve para replantearse cosas, sin necesidad de vivir la experiencia traumática.
Título: Paz, amor y death metal |
Autor: Ramón González |
Editorial: Tusquets |
Colección: Andanzas |
Páginas: 208 |
Fecha: 2018 |
Recomendado: Para los interesados en la no-ficción y los hechos reales, y lo que tengan interés en entender temas de salud mental. |