Descubrí a Patricia Highsmith como un segundo curso en mi particular ciclo de iniciación a la novela criminal (no se incluye en la ESO pero debería). Si Agatha Christie representaba el policíaco clásico para principiantes y te ponía en el lugar del investigador amable y sabiondo, Highsmith se centraba en el criminal atormentado y errático o el delincuente por accidente.
Hace tiempo que quería introducirme en el mundo de la novela gráfica y no sabía por dónde empezar. Voy a las librerías y las veo ahí, expuestas, como obras de arte, tan bonitas, tan llamativas, ocupando cada vez más espacio en las estanterías… Me dan ganas de llevarme un puñado a casa, aunque sea para decorar, pero luego nunca sé
Seré breve: este libro es una joya. En realidad dos joyas, porque son dos novelas en una. Dos crímenes y dos investigadores separados por más de un siglo: por un lado el inefable expolicía Mario Conde investigando la muerte de un exdirigente del régimen cubano durante la visita de Obama a La Habana en 2016; y por otra parte, el
Lo reconozco, he llegado a este libro tarde y «forzado» por la presión de las referencias. La repentina muerte de su autor, Domingo Villar, en 2022, hizo que se multiplicaran las reseñas y comentarios sobre su saga de novelas policiacas, de la que Ojos de agua es la primera. No hace mucho encontré el mismo libro recomendado varias veces en